Mi archivo de revistas de autos guarda una edición latina de Mecánica Popular dedicada a los autos de la serie de TV Miami Vice. Recuerdo que con acierto señala: “Los malos siempre montan en Mercedes-Benz”. Y así era nomás, todo narcotraficante que aparecía en la serie ochentosa lo hacía en un Mercedes, mientras que los buenos lo hacían en Ferraris.
Algunos años después, el narcotráfico llegó a la Argentina y sus protagonistas parecen haberse decidido por otro tipo de vehículo. Los medios dieron cuenta ayer de la detención de un rosarino acusado de comercializar efedrina a México, vinculado al ya célebre triple crimen de los empresarios en General Rodríguez, que aparecieron muertos el 13 de agosto último.
Este hombre, de nombre Mario Roberto Segovia, tenía en su casa varios vehículos, todos ellos de color negro, a saber: un Hummer H2 (GJG 658); un Hummer H1 (HKT 276); un Land Rover Range Rover (HEZ 825) y un Rolls-Royce Phantom (HNL 134), que sería el único hasta el momento comercializado en nuestro país, valuado en u$s 600 mil.
El diario Crítica publicó un informe sobre la fascinación de los narcos mexicanos por la excéntrica marca de automóviles, cosa que personalmente desconocía.
RAM no va
Hace unos días, en el marco de esta misma causa, el juez Federico Faggionato Márquez detuvo al empresario argentino Hernán De Carli, a quien se conoció públicamente por su mansión y llegó a decir que en su casa estuvieron detenidos los tres empresarios antes de su muerte. Pero si estaba claro, muchachos, este tipo no tenía un Hummer y mucho menos una Ferrari o un Rolls-Royce.
Hummer y su año negro
El 2009 quedará en la historia como el “año negro” de Hummer. En nuestro país, donde la marca no tiene representación oficial, estos vehículos se multiplicaron por decenas durante 2007 y el escándalo saltó a la luz en enero, cuando se detectó que muchos de ellos habían ingresado a través de franquicias diplomáticas irregulares. El folclorista Chaqueño Palavecino fue uno de los que compró un Hummer H2 mediante esta maniobra y a pesar de que dijo haber sido un damnificado, la justicia entendió que era conciente de que se beneficiaba con lo que hacía y fue procesado.
Meses después de este escándolo farandulero local, General Motors anunció que ponía a la venta la marca Hummer en el marco de su ajuste global, pero por el momento nadie hizo una oferta seria, con el consecuente desprestigio.
Ahora, otros dos Hummer aparecieron en escena en poder de un presunto nexo con narcotraficantes.
Sin dudas quien tenga un vehículo de este tipo debe sentirse más observado que de costumbre.