El Ford Fiesta Kinetic Design fue uno de los lanzamientos más importantes de 2010. No sólo por diseño sino también por su alto nivel de equipamiento, por haber elevado la vara de la seguridad a nivel regional (se produce en México) y por haber llegado a nuestro mercado casi en simultáneo con otros países. A la espera de poder probar la recientemente lanzada versión tricuerpo, Cosas de Autos tomó contacto con el nuevo Fiesta del que -como solemos decir entre amigos- sólo le queda el nombre de su predecesor. Pero no sólo eso, sobre el final del test, un plus.
Vehículo testeado: Ford Fiesta Kinetic Design Titanium. Precio: $86.680. Origen: México. Unidad recibida con 5.330 km.
A favor
A nivel diseño cambia el concepto de lo que venía siendo la línea de autos compactos no sólo de Ford sino del mercado local, pese a quien le pese.
Su propuesta y gran atractivo implica que no se lo puede encasillar dentro del segmento B ya que queda muy por encima en prestaciones pero al mismo tiempo en precio (lo que también puede ser visto como una contra). No tiene rivales en el segmento y ni siquiera más arriba.
Siete airbags (los seis “habituales” más el de rodillas), Control de Tracción, Control de Estabilidad (ESC) y frenos con ABS en las cuatro ruedas se destacan dentro de uno de sus puntos altos: la seguridad. A eso le suma cinturones de seguridad de tres puntos y apoyacabezas en todas las plazas, y el sistema de anclaje LATCH para sillas de bebé.
La dirección eléctrica es un elemento que sobresale por sobre otros tantos en este modelo; cualquier otro vehículo al que uno se suba después quedará opacado por la sencillez y facilidad de maniobra de la dirección del Fiesta KD, sobre todo en estacionamiento con espacio reducido.
El motor Sigma de 1.6 litros y 120 cv @ 6.350 rpm con caja de quinta le sienta más que bien, incluso hasta con un 1.4 litros de 100 cv podría desenvolverse con agilidad por la ciudad.
La computadora de abordo acusó un consumo de 7,2 litros cada 100 km a 130 km/h pero estos valores descendieron hasta los 5.7 litros cada 100 km a 100 km/h; en ciudad, dependiendo de la manera de uso y del accionamiento o no del aire acondicionado, las cifras se ubicaron en torno de los 9,6 litros cada 100 km.
La caja muestra marchas precisas; a la hora de acelerar, de tercera a cuarta velocidad es cuando se percibe que el auto experimenta su mayor tracción, ya que por lo general uno está en ese momento alcanzando las 5.000 rpm, momento del torque máximo (153 Nm). En cuarta y quinta el motor ya viaja más relajado, ideal para acomodarse, setear el control de velocidad crucero a 120 km/h, y disfrutar de la ruta cuidando el consumo.
El equipo de sonido permite conectividad de todo tipo: cd, mp3, puerto USB, entrada auxiliar (remotas para poder llevar los equipos en la guantera o en el posavasos central) y Bluetooth.
El Sistema SYNC permite sincronizar el teléfono así como dar órdenes de voz de manera simple: lo probamos a fondo y vale la pena configurar todas las opciones para -una vez acostumbrados- sacarle el jugo y dedicarse a manejar mientras se realiza un llamado con sólo mencionar el nombre del contacto en la agenda o se busca música en el celular.
El pilar A partido es una solución inteligente para evitar puntos ciegos.
La textura de los tapizados es buena (aunque preferiríamos cuero o símil en esta versión) así como el revestimiento del volante y su grip (acá si es de cuero).
Aplausos por los tres años de garantía o 100.000 km que ofrece Ford, algo poco común en una marca generalista y en este segmento.
En contra
La visibilidad hacia atrás es reducida con los apoyacabezas elevados (y sin elevarlos, también).
Insonorización: se había destacado este punto como uno de sus fuertes no coincidimos, aún se percibe rumorosidad.
Al motor le cuesta salir a bajas vueltas, recién arriba de las 3.500 rpm responde con creces.
No cuenta con control de volumen o función mute en el volante, por ende en ambas casos hay que quitar las manos del volante.
Faltan antinieblas delanteros y traseros, inexplicable habiendo luces de LED y tanta seguridad.
El “babero” de la trompa tocan el piso si se encara una cuneta sin disminuir la velocidad.
La rueda de auxilio no es homogénea: se trata de una cubierta temporal con llanta de chapa.
La falta de manija sobre el techo de la butaca del acompañante; puede parecer algo menor, pero más de uno la busca a la hora de afirmarse en un viaje o al momento de descender.
El baúl tiene una capacidad de 281 litros, no es mala, pero vale decir que para una familia tipo estará algo justa (mejor inclinarse por los 362 litros de la versión tricuerpo).
La ausencia de reloj indicador de temperatura fue señalado casi por unanimidad por los colegas de la prensa como el gran faltante de este modelo. Coincidimos.
¿Climatizador? El aire acondicionado funciona más que bien, enfría el habitáculo con rapidez y -además- tiene una función 0 (cero) que impide la salida de aire por completo. Sin embargo, la ausencia de climatizador se le reclama por el precio y porque el modelo nos acostumbró a exigirle más (pero no hace falta).
Las plazas traseras son cómodas para adultos de tamaño medio; un alto puede sufrir en un viaje largo, sobre todo el que se sienta en el centro.
Conclusiones
Sin lugar a dudas que es un auto que revolucionó su segmento. Por su precio uno podría irse un poco más arriba, incluso dentro de la propia gama de Ford, pero sin embargo quien se decida por un Fiesta KD lo hará poniendo el foco en algo más que en lo estético. Su equipo de seguridad y su sistema de conectividad de última generación son argumentos que fundamentan la decisión. En mi opinión, no tengo dudas de que es “el” auto de 2010 y ojalá el resto de las marcas apuesten tan fuerte como lo hizo la gente del óvalo. El punto negativo es sin dudas las demoras en la entrega, algo a lo que tuvieron (o tienen) que enfrentarse la gran mayoría de los compradores de de este modelo. Quien pueda esperar, que lo haga, subirse a este modelo quizás valga la pena.
Un cliente da su veredicto después de 5.000 km
Leonardo S. es amigo de la casa, es diseñador y fotógrafo y es uno de los primeros dueños de un Fiesta Kinetic Design: se lo entregaron el 14 de febrero. Se enamoró del auto antes de que se lanzara y en el evento de lanzamiento a la prensa se terminó de convencer. Al momento de cerrar este test se me ocurrió que nadie mejor que él, un usuario con casi 5.000 km (a punto de llevarlo al primer servicio), para que diera su veredicto.
“Mis puntos a favor”
“La verdad es que en líneas generales estoy muy satisfecho porque me gusta como diseño y por todo lo que ofrece. Entre lo mejor que tiene destaco el equipamiento de seguridad y el SYNC, al que me hice adicto y lo uso conectado a mi iPhone. En segundo lugar el conjunto que forman dirección, suspensión y frenos me encanta. Y como ‘chiche’ me gusta mucho la luz ambiental interior”.
“Mis puntos en contra”
“Si bien vengo de un auto alto como era el Volkswagen Fox Sportline, el Fiesta KD es demasiado bajo; si no paso despacio toco en todas las cunetas. Cuando no toca el chapón cubre cárter (me lo colocaron gratis, aclaro) rozan los deflectores de la trompa. Después como negativo me joroba mucho que al quitar el contacto se corte la energía y no pueda subir una ventanilla o cerrar el techo. Lo mismo me pasa al descender, que no me cierra todo con el cierre centralizado como tenía en el Fox. Y que no tenga one touch en el acompañante después de todo lo que trae me parece incomprensible”.
“Mi duda”
“Estoy esperando para ir al service para consultar porque no logro que el consume baje de 8,9 litros cada 100 km. Me habían dicho que llevaría un tiempo pero no logro que baje de esa cifra”.